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Los consumidores se abren a los alimentos editados genéticamente

Genetic engineeering concept with 3d rendering dna helix and a part of dna

En la Conferencia sobre Hortalizas y Flores de la Asociación Americana de Comercio de Semillas, las empresas hablan de las preferencias de los consumidores con respecto a los alimentos editados genéticamente.

Cuando se trata de alimentos editados genéticamente, el mundo está a sus pies. Aunque la comunidad agrícola estaba preocupada por la acogida de los vegetales creados mediante edición génica, particularmente debido a las reacciones del público ante los OGM, los consumidores están más abiertos a la idea de productos creados mediante edición génica, según los panelistas de la Conferencia sobre Hortalizas y Flores de la Asociación Americana del Comercio de Semillas (ASTA).

En los últimos diez años, empresas como North Hill Group, que ayudan a las empresas de semillas y de fitomejoramiento a presentar sus productos editados genéticamente para su aprobación regulatoria, han visto un aumento en las presentaciones de productos.

“Hace diez años, había un grupo muy reducido de empresas que presentaban el 90% de las solicitudes regulatorias para un conjunto reducido de productos”, afirma Jeff Nawn, Director General de North Hill Group. “Hoy en día, hay literalmente docenas de empresas en todo el mundo que están desarrollando productos como café, moras, coles, hojas de mostaza, papas, chiles, manzanas… Todo lo que uno se pueda imaginar en cuanto a resistencia a enfermedades, productividad y preferencias de consumo”.

Nawn afirma que para las empresas que están trabajando en productos editados genéticamente o en el sector semillas se trata de una noticia apasionante, sobre todo porque la edición génica parece tener aceptación en más países, comparado con los OGM en su momento.

De hecho, la mayoría de los pioneros en edición génica no son empresas que uno asociaría inmediatamente con innovación agrícola. Países como Guatemala y Honduras están liderando el camino hacia la adopción de normativas más positivas de edición génica.

“Vemos que hay gente bien formada con una gran curiosidad por entender los productos que se están desarrollando”, afirma Nawn, quien añade que Guatemala ostenta el récord de rapidez en la aprobación de productos editados genéticamente, donde la revisión y emisión de la resolución para determinar que es un producto no regulados demora 36 horas.

“Si bien hay varios países que están adoptando la tecnología, hay otros en los que podríamos decir que hay oportunidades de mejora – por así decirlo”, afirma Nawn.

México, el segundo mayor mercado de exportación agrícola de EE.UU., no ha empezado a contemplar o redactar normativas sobre edición génica. Corea del Sur, el quinto mayor mercado de exportación agrícola, ha redactado revisiones que están pendientes, pero tal como están ahora, exigen un sistema y un proceso de revisión complicados. Nawn también ve casi imposible imaginar un futuro en el que los productos editados genéticamente puedan regularse de forma más eficiente que los OGM tanto en la UE como en China.

Aunque puede resultar difícil abordar el tema con los consumidores, Lee Quarles, de Bayer, ve el camino a seguir para tomar las riendas de la conversación. A diferencia de los primeros tiempos de los OGM, cuando la industria pensaba que la ciencia podía hablar por sí sola, con el advenimiento de la presencia y mensajes en línea, es importante sumarse a la conversación.

“Con la llegada de las redes sociales y actividad online, realmente hemos tomado la iniciativa de sumarnos a la conversación recuperar nuestro espacio”, afirma Quarles, responsable global de Insights and Research de Bayer. “Es una gran oportunidad para que todos los que estamos en este espacio sigamos identificando formas de comunicarnos”.

Quarles señala que en el debate sobre las nuevas innovaciones agrícolas hay tres voces que realmente mueven la aguja: las autoridades reguladoras, los líderes científicos y el auge de un nuevo segmento: los nutricionistas y dietistas.

A la hora de la verdad, Quarles vio una cosa importante en cuanto a los productos editados genéticamente: los consumidores quieren transparencia, sobre todo en aspectos como las etiquetas de los alimentos y la información sobre los alimentos que consumen.

“La comunicación sobre la ciencia es tan importante como la propia ciencia”, afirma.

Éxitos de la edición génica

Aunque algunos gobiernos todavía no están abiertos a la idea de los productos editados genéticamente, en los países en los que están permitidos, ha habido éxitos en el ámbito alimentario. ¿La clave? Según Nawn, hay que tener presencia local para respaldar el producto.

“En su mayoría, los consumidores nos dijeron que confiaban en su cooperativa alimentaria local”, afirma Nawn. “Había un nivel de desconfianza entre todos los grupos etarios hacia los portavoces del gobierno sobre la inocuidad de sus alimentos. Supongo que, si yo diseñara una campaña de mensajes, empezaría por ahí, no por los académicos tradicionales”.

En Japón se lanzó un producto: el tomate Sicilian Rouge High GABA. Este tomate de Sanatech Seed Co. fue el primer alimento considerado una variedad comercial desarrollada con CRISPR.

¿Lo mejor de la variedad de tomate? Según Shimpei Takeshita, director de innovación de Sanatech Seed Co., los fitomejoradores buscaban un tomate más sabroso con mayores beneficios para la salud. Lo lograron con la introducción de un tomate con alto contenido en GABA.

El GABA, para quienes no estén familiarizados con el término, es una sustancia funcional que favorece la salud: se trata de un ácido gamma-aminobutírico que se vende como suplemento dietético en muchos países, incluido Japón.

Takeshita afirma que la empresa se fijó específicamente en el GABA porque está demostrado que suprime la presión arterial alta, lo que puede contribuir a prevenir la hipertensión, los accidentes cerebrovasculares y los infartos de miocardio.

En cuanto a su enfoque de marketing, Takeshita afirma que la empresa se centra en mensajes que aportan pruebas científicas.

“Nuestro sistema de marketing está destinado a ayudar a los consumidores a tomar decisiones informadas sobre los alimentos que consumen”, agrega.

Takeshita no ha sido el único que ha tenido éxito con los productos alimentarios editados genéticamente. Otras empresas, como Pairwise, también han tenido éxito al ser transparentes sobre sus productos. 

En una campaña llamada Conscious Greens (Verdes conscientes), para obtener más información sobre cómo se sienten los consumidores acerca de los productos editados genéticamente y para mostrar los productos que desarrollaron utilizando edición génica, los empleados de Pairwise viajaron a tres lugares de EE.UU. A partir de esa campaña, Megan Thomas, vicepresidente de marketing y comunicaciones de Pairwise, dice que hay muchas oportunidades para educar.

“Solo alrededor del 9% [encuestados] sentían que sabían mucho acerca de la edición génica”, dice. “Cuando nos fijamos en los adultos más jóvenes y en la Generación Z, que acaba de llegar a la edad adulta, vemos actitudes y comportamientos muy diferentes. Es algo que les entusiasma “.

Dentro de esas oportunidades de educación, Thomas dice que los consumidores necesitan entender cómo la tecnología de edición génica les está aportando algo importante. ¿Cómo se puede lograr transmitir un mensaje más personal?

En lugar de centrarse en la ciencia, hay que centrarse en ideas sobre nutrición o sabor, o incluso en ideas más amplias, más sociales: cómo la edición génica puede contribuir al cambio climático y a la sostenibilidad, así como al acceso a los alimentos.

“Equilibrar esa necesidad individual en esa comunidad más amplia es importante”, afirma.

Durante la campaña, al preguntarles a los consumidores qué pensaban de la edición génica, Pairwise dio un paso más: sirvió platos gratuitos con ensalada de verduras de hoja verde editada genéticamente, destinada específicamente a mejorar el sabor y el valor nutritivo de las mezclas de ensaladas envasadas.

“Los consumidores son inteligentes”, afirma Thomas, y añade que los consumidores quieren entender las diferencias en sus opciones en las tiendas de comestibles entre unas espinacas envasadas y otras. “La gente está ávida de innovación, y hay una tremenda innovación que está llegando y a los consumidores les encanta. ¿Cómo podemos llevar ese espíritu innovador a las ensaladas envasadas? La diferenciación es difícil de producir. La edición génica nos brinda todas estas oportunidades para crear esa innovación desde un punto de vista técnico y ofrecérsela a los consumidores”.

En particular, Pairwise se centró en aumentar el sabor de las verduras de hoja verde más densas en nutrientes, como la espinaca y la col rizada, utilizando hojas de mostaza como base de sabor. Mientras realizaban el trabajo de campo en Seattle, en la zona de la bahía y en Austin, 3.000 personas participaron de una encuesta sobre el producto editado genéticamente: sólo el 1% de la gente tenía dudas sobre los productos elaborados con edición génica.

Aunque la edición génica puede ser una tecnología nueva para los consumidores, de manera abrumadora, parecería que los consumidores están ansiosos por probar nuevas innovaciones una vez que lleguen al mercado.

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