Investigadores del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) visitaron Brasil para discutir nuevas iniciativas en el marco de su alianza con Embrapa, centrada en el cultivo de trigo. Con sede en México, el CIMMYT es una organización sin fines de lucro reconocida mundialmente por su experiencia en el desarrollo genético de maíz y trigo. La colaboración con Embrapa facilita el intercambio de material genético para desarrollar variedades de trigo con mayor tolerancia al cambio climático.
El CIMMYT ha apoyado durante mucho tiempo el avance de la tricultura en Brasil. Los primeros cultivares introducidos desde México en la década de 1980 sentaron las bases del programa de mejoramiento de trigo de Embrapa y otras iniciativas brasileñas de mejoramiento.
La visita incluyó la participación de tres investigadores del CIMMYT: Flávio Breseghello, director del Programa Global de Trigo; Pawan Kumar Singh, jefe del Departamento de Patología del Trigo; y Guillermo Sebastián Gerard, especialista en mejoramiento de trigo. En Embrapa Trigo, en Passo Fundo (RS), se debatieron temas de mejoramiento genético, resistencia a enfermedades —como la giberella y la brusona— y mayor resiliencia a la sequía y el calor.
Mejoradores de trigo del sector privado también participaron en la agenda. En Brasilia (DF), el grupo visitó Recursos Genéticos de Embrapa y la Dirección de Investigación y Desarrollo, recorrió ensayos experimentales y se reunió con productores rurales.
Intercambio de Material Genético
Mércio Strieder, jefe de Investigación y Desarrollo de Embrapa Trigo, destacó que la alianza otorga a Embrapa acceso a 1500 entradas de material genético de las colecciones del CIMMYT. Este germoplasma forma parte de las “Colecciones de Viveros” del CIMMYT, que incluyen genotipos con diversas características de resistencia a las principales enfermedades del trigo en diferentes entornos de cultivo a nivel mundial. Embrapa no ha recibido material genético del CIMMYT desde 2012 debido a la presencia de plagas cuarentenarias en los materiales disponibles. Esto es una medida para evitar la entrada de nuevas plagas a Brasil. Ahora, la expectativa es encontrar fuentes de resistencia a enfermedades para introducirlas en linajes brasileños, aumentando así la variabilidad genética de nuestros trigos, explica Strieder.
Embrapa evaluará posibles fuentes de resistencia genética a las principales enfermedades, y se prevé traer a Brasil 54 genotipos con tolerancia a la giberela, 10 genotipos para la brusona y más de 500 genotipos con resistencia a la sequía y al calor. “Un ejemplo es el avance en la lucha contra la brusona. La mayoría de los cultivares brasileños ya utilizan la translocación 2NS/2AS, obtenida mediante cruzamientos del CIMMYT, como fuente de resistencia del trigo a la brusona. Sin embargo, el riesgo de romper esta resistencia requiere anticipar la investigación en busca de nuevas fuentes de control de la brusona”, afirma Strieder.
Otro objetivo de la colaboración es realizar la fenotipificación del material genético, lo que permitirá a Embrapa evaluar la variabilidad genética en 284 accesiones del CIMMYT. Esta fenotipificación evaluará una serie de características agronómicas, resistencia a enfermedades y características de productividad en las plantas desarrolladas por el centro internacional, con el objetivo de identificar sus fortalezas y debilidades en condiciones tropicales. Los hallazgos respaldarán los esfuerzos globales de Embrapa para evaluar el rendimiento de los genotipos en diversos entornos de cultivo de trigo, según un comunicado de prensa.
“Tras la evaluación de campo, los genotipos más prometedores regresan al CIMMYT para realizar la genotipificación de laboratorio e identificar genes de resistencia”, concluye Strieder. Señala que la resistencia genética no siempre se confirma en las condiciones brasileñas, pero puede ser útil en otro país, de ahí la importancia de la colaboración global.
Según el director del Programa de Trigo del CIMMYT, Flávio Breseghello, el equipo de trigo del centro está muy entusiasmado con la renovada perspectiva de una colaboración más intensa con Embrapa. “Vemos muchos puntos de interés común en el mejoramiento del trigo, especialmente en la resistencia a enfermedades importantes en Brasil, pero también en varios otros países donde opera el CIMMYT”, afirma Breseghello.
Señala que el mayor obstáculo para la colaboración entre el CIMMYT y Embrapa ha sido el tránsito de germoplasma entre países. Retomamos este tema, convencidos de que los procesos se llevan a cabo con alta calidad y seguridad para ambas partes. Por lo tanto, esperamos reanudar el flujo de diversidad genética útil entre instituciones ya en 2025 y, con ello, abrir muchas otras oportunidades de colaboración.
Clenio Pillon, director de I+D de Embrapa, recuerda que el trigo y el maíz son especies agroalimentarias estratégicas para Brasil, ya que son la base de nuestra dieta. “Ampliar la cooperación científica y tecnológica con instituciones de excelencia y referencia es esencial para impulsar los avances hacia una mayor adaptación de los cultivos al cambio climático, así como para superar problemas más críticos para la cadena de producción de trigo, como la giberella y la brusona”, destaca.
