La adopción global de cultivos genéticamente modificados (GM), comúnmente conocidos como transgénicos, continúa en aumento, impulsada por los avances en la tecnología de cultivos y la creciente aprobación regulatoria. Sudamérica registró el mayor crecimiento en superficie de cultivos GM, con un incremento del 3,5%, seguida de Norteamérica con un 1,1%.
Estados Unidos se mantiene como líder mundial, cultivando 75,4 millones de hectáreas de cultivos GM, un 1,3% más que el año anterior. Brasil le sigue con 67,9 millones de hectáreas (+1,4%), mientras que Argentina experimentó un crecimiento significativo del 8,3%, alcanzando los 23,8 millones de hectáreas.
Entre los países que plantan más de 100.000 hectáreas, las expansiones de superficie más notables se produjeron en Vietnam (+93,2%), Uruguay (+49,8%), España (+40,3%) y Myanmar (+39,2%). Estos aumentos se debieron tanto a una expansión general de la superficie cultivada como a una mayor adopción de variedades transgénicas, según un comunicado de prensa de ChileBio.
Por otro lado, las disminuciones más significativas en la superficie cultivada con transgénicos se observaron en Pakistán (-16,7%), India (-7,1%), Sudáfrica (-0,5%), Canadá (-0,4%) y Australia (-0,3%).
El principal cultivo genéticamente modificado (GM) sigue siendo la soja, que representa aproximadamente 105,1 millones de hectáreas, casi la mitad de la superficie total mundial de cultivos transgénicos. Le siguen el maíz (68,4 millones de hectáreas), el algodón (24,8 millones) y la canola (10,4 millones).
Entre los principales beneficios de la adopción de cultivos transgénicos se encuentran la mejora de la productividad y la sostenibilidad. Se ha demostrado que ciertas características transgénicas aumentan el rendimiento por hectárea, lo que permite un uso más eficiente de las tierras de cultivo existentes. Además, las variedades resistentes a herbicidas y plagas ayudan a reducir la huella ambiental de la agricultura al fomentar prácticas de labranza mínima, que contribuyen a la captura de carbono y la preservación del suelo. La continua expansión de la adopción de cultivos transgénicos refleja no solo el crecimiento en las hectáreas plantadas, sino también los avances en biotecnología. Tan solo en 2024, 28 países aprobaron nuevas variedades transgénicas, incluyendo arroz dorado y otros cultivos con características novedosas.
China presenta un caso notable. Con una tasa de adopción del 98,3% de algodón transgénico, el país ha avanzado recientemente en el cultivo de maíz y soja transgénicos. Si bien estos cultivos se encuentran actualmente en fases avanzadas de pruebas comerciales, el informe estima que China plantó 666.000 hectáreas de maíz transgénico en 2024 como parte de la fase de prueba. Una vez que la comercialización esté en marcha, se espera que el maíz transgénico se expanda a gran parte de los aproximadamente 43 millones de hectáreas de tierras de cultivo de maíz de China, lo que podría convertir a China en el líder mundial en superficie de maíz transgénico.
El informe subraya que la biotecnología agrícola está proporcionando soluciones vitales, permitiendo a los científicos desarrollar variedades de cultivos más productivas, resilientes y nutritivas. Al mismo tiempo, empodera a los agricultores para adoptar tecnologías que ayudan a abordar desafíos clave como las plagas, la sequía y el cambio climático, impulsando así una producción agrícola más sostenible.
“El crecimiento récord en la superficie de cultivos transgénicos (209,8 millones de hectáreas) no es solo un hecho, sino que representa un compromiso global con una agricultura más eficiente, resiliente y sostenible”, afirmó el Dr. Miguel Ángel Sánchez, director ejecutivo de ChileBio. “Es una prueba de que la innovación biotecnológica puede ser inclusiva, responsable y estar alineada con los desafíos actuales del desarrollo agrícola. La biotecnología está ayudando a garantizar la alimentación de un planeta en constante cambio”.
Según ChileBio, Chile mantiene un marco regulatorio que permite la producción de semillas genéticamente modificadas (GM) exclusivamente para la exportación. Esto ha posicionado al país como un actor clave en la producción de semillas de contraestación para el hemisferio norte, así como un centro para la investigación de campo y la validación de nuevas variedades de cultivos transgénicos. De hecho, casi todos los cultivos transgénicos de maíz, soja y canola actualmente en el mercado mundial se han sometido a pruebas de campo y/o multiplicación de semillas en Chile. En las últimas dos décadas, las exportaciones anuales promedio de semillas transgénicas de Chile han rondado los US$120 millones, con una contribución adicional de US$23 millones a los servicios de investigación y desarrollo (I+D). El sector alcanzó su máximo en la temporada 2012/2013, con exportaciones totales de US$351 millones: US$325 millones provenientes de la exportación de semillas y US$26 millones de servicios de I+D.Para consultar el informe completo: https://gm.agbioinvestor.com/downloads

