El 20 de agosto de 2025, ANPROS celebró la mayor edición de su Congreso Nacional de Semillas, un gran éxito que reunió a 700 asistentes, 10 expositores y 25 patrocinadores.
Más que cifras, el congreso marcó un avance y aportó aprendizajes concretos. Salas repletas, preguntas directas y animadas conversaciones en los pasillos reflejaron una convicción compartida: la semilla del futuro ya había germinado y Chile estaba listo para liderar.
El evento reunió a casi todas las empresas miembros de ANPROS, destacados expositores, el Director Nacional del SAG, el ex Ministro de Agricultura y otras autoridades clave.
La jornada destacó varios puntos clave:
• La innovación ya estaba integrada en el trabajo diario, con herramientas para anticipar los rendimientos, una selección de semillas más precisa y procesos digitales y automatizados que agilizaron las operaciones sin comprometer la calidad.
• La calidad y la protección fitosanitaria siguieron siendo el sello distintivo de ANPROS, respaldadas por rigurosos protocolos y equipos profesionales que reforzaron el rol de Chile en contraestación. • Los mercados revelaron oportunidades de expansión a través de la innovación, la tecnología y la logística, desde el cumplimiento de los plazos de envío hasta la coordinación de las operaciones campo-planta-puerto.
• La sostenibilidad se demostró en la práctica: uso eficiente del agua y la energía, y cuidado del suelo para producir más y mejor. Chile destacó una vez más por su liderazgo en este ámbito.
De cara al futuro, el mercado global exigirá producción sostenible, semillas adaptadas al clima y de alta calidad, mayores estándares de trazabilidad y bioseguridad, y la adopción de nuevas tecnologías. ANPROS enfatizó que Chile tenía una oportunidad real de consolidar su posición como socio confiable.
El congreso también subrayó la importancia de las personas: capacitar, atraer y retener talento, y fortalecer alianzas con universidades, autoridades y el sector agrícola en general.
Más allá de las cifras, ANPROS destacó que el congreso ofreció algo igualmente valioso: la alegría del reencuentro. Más que un evento, fue un espacio de camaradería, conversación y diálogo directo entre colegas y socios. El ambiente se reflejó en las imágenes: risas, colaboración y energía para seguir adelante.


