Una noche en Lima que lo cambió todo
Eran casi las 11 p. m. de la última noche de negociaciones en la reunión del Órgano Rector del Tratado Internacional sobre los Recursos Fitogenéticos para la Alimentación y la Agricultura (TIRFAA). Los delegados contemplaban una nueva versión de la “propuesta de estacionamiento” del Presidente proyectada en una pantalla. Algunos se frotaban la cara de cansancio; otros susurraban con ansiedad entre sus colegas. Todos en la sala sabían lo que se avecinaba.
Momentos después, el silencio lo confirmó: el GB11 había fracasado.
Tras seis días de debate en Lima, del 24 al 29 de noviembre de 2025, el Órgano Rector se retiró sin el acuerdo que el mundo necesitaba con urgencia: un acuerdo para mejorar el Sistema Multilateral (SML) del Tratado sobre las Plantas. En lugar de un marco modernizado para el acceso y la distribución de beneficios, el mundo se quedó con un vacío y la incómoda sensación de que el multilateralismo en materia de recursos fitogenéticos podría estar llegando a su punto álgido.
Un sistema que se desmorona cuando más lo necesitamos
El mundo se enfrenta a un cambio climático acelerado, a la presión impredecible de las plagas y a la creciente demanda de producción sostenible de alimentos. Los fitomejoradores necesitan con urgencia acceder a la diversidad genética que impulsa la innovación. Sin embargo, el sistema global diseñado para facilitar este acceso, el Sistema Multinivel (MLS), se ha estancado.
Se esperaba que los negociadores en Lima resolvieran tres desafíos interrelacionados que son la base del paquete de mejoras del MLS:
- Ampliar el Anexo I para reflejar las realidades biológicas
- Abordar la Información Digital de Secuencias (DSI/GSD) de forma justa y funcional
- Acordar un mecanismo de distribución de beneficios predecible y equitativo
En cambio, el GB11 se convirtió en un caso de estudio de fragmentación geopolítica.
Una coalición que incluía a Suiza, Noruega, Suecia, Estados Unidos y Canadá presionó por la adopción inmediata del Acuerdo Estándar de Transferencia de Material (ANTM) revisado. Muchos países africanos y del GRULAC, junto con Perú, el país anfitrión, se negaron. Exigieron el derecho a reabrir el texto del ANTM, considerándolo inseparable de las preocupaciones más amplias sobre la soberanía en torno a los recursos genéticos.
El multilateralismo funciona cuando los países aceptan soluciones imperfectas para el bien común.
En Lima, pocos estaban dispuestos a hacerlo.
Incluso el intento pragmático del Presidente de “aparcar” el ANTM, manteniendo el texto congelado mientras dos grupos de expertos trabajaban en la DSI y el Anexo I, fracasó. El procedimiento en sí mismo se convirtió en una falla. Sin consenso sobre cómo avanzar, no había camino para hacerlo.
Esta es la esencia de la crisis: un sistema político diseñado para la cooperación ya no es capaz de generarla.
Lo que el colapso revela sobre el multilateralismo actual
El fracaso del GB11 no es una decepción diplomática aislada. Forma parte de una historia mucho mayor: el declive de la cooperación multilateral en la gobernanza global de la agricultura y la biodiversidad.
En foros internacionales, desde las negociaciones sobre el clima hasta los acuerdos comerciales, los países están cambiando hacia alianzas plurilaterales o regionales donde es más fácil lograr el consenso. El Tratado de las Plantas, antaño celebrado como un modelo de alianza global, ahora muestra las mismas fracturas.
A pesar de ello, el sector de semillas llegó a Lima con un espíritu constructivo y un compromiso constante con un MLS funcional. Pero la determinación por sí sola no puede superar la inmovilidad geopolítica. Las negociaciones revelaron algo más profundo: los países se muestran cada vez más reacios a ceder incluso un margen de maniobra político limitado a cambio de soluciones colectivas.
Y cuando cada postura se convierte en una línea roja, el multilateralismo no tiene adónde ir.
Para los obtentores y el sector de las semillas, las consecuencias son inmediatas:
- Investigación más lenta
- Acceso reducido a la diversidad
- Reglas fragmentadas entre países
- Mayor incertidumbre para la inversión y la innovación
La pregunta ya no es si el Sistema Multilateral de Gestión (SML) necesita una reforma; todos coinciden en que sí.
La verdadera pregunta es si el entorno multilateral aún permite que se lleve a cabo la reforma.
¿Qué está en juego ahora?
Sin un acuerdo en Lima, el mundo regresa al antiguo Acuerdo Estándar de Transferencia de Materias Primas (ANTM), un instrumento que se considera ampliamente inadecuado para las realidades científicas y económicas actuales.
Sin un SML modernizado, la gobernanza de los recursos fitogenéticos podría derivar hacia:
- Acuerdos bilaterales
- Procedimientos de acceso opacos
- Aumento de los costos de transacción
- Incertidumbre jurídica para todos los usuarios
Un sistema de este tipo no beneficia ni a la equidad ni a la eficiencia. Beneficia solo a quienes pueden gestionar la complejidad y deja a todos los demás atrás.
Mientras tanto, surgen nuevas tensiones. Los Derechos del Agricultor se han politizado cada vez más en las discusiones sobre los Tratados, creando un nuevo escenario donde chocan visiones contrapuestas de soberanía y equidad.
Estos problemas no se disiparán antes del GB12. Es más, podrían intensificarse.
Un momento crítico para el liderazgo
El camino a seguir es claro, y lo ha sido durante años. Un sistema multilateral de comercio (MLS) predecible, inclusivo y propicio para la innovación es posible y urgentemente necesario. El sector de las semillas, los investigadores y los responsables políticos progresistas han esbozado soluciones viables.
Lo que falta es voluntad política.
Mientras los recursos genéticos se consideren moneda de cambio en lugar de activos globales compartidos, el Tratado permanecerá atrapado en ciclos de estancamiento. Y en un mundo que enfrenta desafíos acelerados en materia de clima y seguridad alimentaria, el tiempo ya no es un lujo.
El GB11 fue más que una negociación fallida.
Fue una advertencia.
Si bien el multilateralismo no ha muerto, Lima demostró que se encuentra en una situación crítica y que necesita urgentemente un compromiso, una valentía y una cooperación renovados.


