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Probióticos Utilizados en Pollos Ayudan a Acelerar el Crecimiento de la Lechuga

Foto: Adobe

Un estudio de Embrapa Medio Ambiente (SP), en colaboración con el Instituto Biológico de São Paulo y la Universidad Estatal Paulista (Unesp), ha descubierto que los probióticos comúnmente utilizados en la avicultura también pueden beneficiar a la agricultura. Pruebas con productos probióticos disponibles comercialmente mostraron resultados prometedores en la lechuga, con mejoras notables en el desarrollo de raíces y brotes.

Los probióticos utilizados en el estudio se basaron en bacterias de los géneros Bacillus y Lactobacillus, microorganismos ya conocidos por promover el crecimiento vegetal. En las aves de corral, ayudan a mantener la salud intestinal y a suprimir patógenos dañinos. Los investigadores ahora están explorando cómo estas mismas bacterias podrían favorecer la salud del suelo y el desarrollo de las plantas, ofreciendo una nueva aplicación en la producción agrícola, según un comunicado de prensa.

En los experimentos, dos formulaciones comerciales —Calostro BIO 21 en polvo y Calostro BS en polvo, ambas producidas por Biocamp— destacaron por sus efectos particularmente positivos. “Ambos promovieron un crecimiento más vigoroso de la lechuga, con mayor masa foliar y raíces más robustas”, afirma Rafaela Vargas, de la Unesp, quien dirigió el estudio como parte de su investigación de maestría.

Las pruebas incluyeron dos métodos de aplicación: uno aplicó los probióticos directamente al sustrato al momento de la siembra, mientras que el otro utilizó riego semanal en el suelo, una técnica que administra los probióticos directamente a la zona radicular mediante riego localizado. Según los investigadores, ambos métodos resultaron eficaces.

“Es prometedor ver que los productos ya disponibles en el mercado, con un uso consolidado en la avicultura, pueden adaptarse para promover el crecimiento vegetal. Esto puede acelerar su adopción en la agricultura”, afirma el investigador de Embrapa, Wagner Bettiol, asesor de investigación.

Suelo Sano, Planta Fuerte

Según Bettiol, el suelo es un entorno vivo, lleno de microorganismos que interactúan entre sí y con las plantas. “Estas interacciones microbianas son fundamentales para el desarrollo de las plantas. Al introducir bacterias beneficiosas, como Bacillus y Lactobacillus, estimulamos los procesos naturales que favorecen el crecimiento”, explica. Las bacterias utilizadas en el estudio favorecen el crecimiento vegetal mediante diversos mecanismos, como la producción de compuestos bioestimulantes, la competencia con patógenos por espacio y nutrientes, y la activación de las defensas naturales de las plantas. Esta función multifuncional posiciona a los probióticos como herramientas prometedoras para prácticas agrícolas más sostenibles.

La investigadora Rafaela Vargas explica que su interés en estudiar los probióticos surgió de su reconocido uso para promover la salud animal. “Si funcionan tan bien en el equilibrio de la microbiota intestinal de los pollos, ¿por qué no podrían ayudar a equilibrar la microbiota del suelo?”, se pregunta.

Resultados Cuantitativos e Implicaciones Prácticas

A lo largo de los experimentos, los investigadores midieron indicadores clave del desarrollo de las plantas, como la altura de los brotes, la biomasa fresca y seca, y el estado de las raíces. En los grupos tratados con probióticos, todos estos parámetros mostraron una mejora constante en el rendimiento.

Los científicos observaron que los microorganismos permanecieron activos en el suelo y tuvieron un claro impacto positivo en el vigor de las plantas. El método de aplicación por drench, en particular, demostró ser eficaz al permitir la absorción directa a través de las raíces, una ventaja para su posible uso en la agricultura comercial.

Sin embargo, Flavia Patrício, investigadora del Instituto Biológico de São Paulo, señala que se necesitan más estudios para confirmar la eficacia de estos probióticos en otros cultivos. El equipo también destaca que factores como el tipo de suelo, las interacciones con microorganismos nativos y el momento de la aplicación pueden influir en el rendimiento de los probióticos. Adaptar las formulaciones o combinar probióticos con otros microorganismos beneficiosos se encuentran entre las estrategias que se están investigando. Estos aspectos se están explorando actualmente en colaboración entre el fabricante de probióticos y una empresa agrícola.

Hacia una Agricultura más Sostenible

El uso de probióticos se alinea con una transición más amplia hacia sistemas agrícolas que dependan menos de insumos químicos como fertilizantes sintéticos y pesticidas. “La idea es integrar estos bioinsumos en un paquete tecnológico más sostenible, que fortalezca el suelo y aumente la resiliencia del cultivo”, argumenta Bettiol.

Los investigadores ya están explorando maneras de mejorar la eficacia de los tratamientos probióticos, incluyendo ajustes en las formulaciones y combinaciones con otros microorganismos beneficiosos. El objetivo es comprender las condiciones óptimas de aplicación y cómo estos productos interactúan con diferentes suelos y cultivos en las distintas regiones del país. Una oportunidad estratégica para Brasil

Gracias a su liderazgo en la producción mundial de alimentos y a su clima tropical favorable para la actividad microbiana, Brasil se encuentra en una posición privilegiada para liderar el avance y la adopción de tecnologías basadas en bioinsumos.

Se prevé un aumento en el uso de probióticos y otros productos biológicos, impulsado por la demanda de prácticas agrícolas más sostenibles y la creciente preferencia de los consumidores por una producción de alimentos más saludable y de bajo impacto.

“Tenemos la oportunidad de aprovechar productos ya existentes, con seguridad comprobada, y adaptarlos a nuestra realidad agrícola. Esto puede reducir el tiempo y el costo de la adopción de estas tecnologías”, concluye Bettiol.

Un Mercado en Crecimiento

En los últimos años, la demanda de bioinsumos en el país ha aumentado de forma constante. La búsqueda de alternativas a la excesiva dependencia de fertilizantes importados, sumada a la creciente conciencia ambiental y la búsqueda de sistemas de producción más equilibrados, ha impulsado la investigación y la inversión en este sector.

Los microorganismos benéficos, como los examinados en el estudio, representan un aspecto prometedor de esta tendencia. Además de promover el crecimiento de las plantas, pueden ayudar a controlar biológicamente plagas y enfermedades, mejorar la salud del suelo y mejorar la eficiencia del uso de nutrientes.

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