A medida que la industria mundial de semillas evoluciona cada vez más para adoptar la colaboración internacional para desarrollar variedades adaptadas a diversos climas, necesidades de los consumidores y prácticas agrícolas, Agronomix ha experimentado una evolución propia.
Cuando me incorporé a la empresa hace 16 años, solo dos de los seis empleados de Agronomix habían nacido fuera de Canadá. A medida que hemos crecido, eso ha cambiado. No porque hayamos tomado una decisión consciente de adoptar una tendencia de la industria, sino porque nos enorgullecemos de elegir al mejor candidato para cada puesto. En consecuencia, nuestro personal actual proviene de Canadá, Cuba, China, Haití, India, Israel, Nigeria, Filipinas, Rusia y el Reino Unido.
El resultado es una mezcla sorprendente de orígenes, culturas, idiomas y habilidades que permite a nuestro personal comunicarse con clientes de todo el mundo en su propio idioma y, lo que es más importante, con una comprensión única de las costumbres, necesidades y preocupaciones regionales. Este tipo de diversidad solo puede hacer que una empresa sea más fuerte.
Te daré un ejemplo de lo que quiero decir. Hace unos años, cuando uno de nuestros programadores informáticos estaba visitando a su familia en la India, se tomó el tiempo de hablar con un cliente. Conversaron en un idioma compartido, pero también en el contexto de un trasfondo cultural común. No puedo decirles honestamente que esta visita nos haya aportado ingresos adicionales. Lo que sí puedo decir es que profundizó nuestro vínculo con ese cliente y nos permitió contribuir de manera más significativa a su éxito. No puedo pensar en un logro mayor para una empresa que permitir que otros tengan éxito.
El cambio de la industria hacia enfoques interdisciplinarios también se refleja en Agronomix. Me enorgullece decir que contamos con cuatro fitomejoradores con doctorado en el personal que, en conjunto, tienen un conocimiento profundo de una amplia gama de cultivos. La profundidad y amplitud de su formación y su experiencia práctica en varios países significa que pueden hablar con los fitomejoradores a su propio nivel, compartir ideas y debatir enfoques innovadores, todo lo cual acelera el desarrollo de variedades de plantas de alto rendimiento y optimizadas a nivel regional.
Esto es crucial porque, si bien la industria del mejoramiento de semillas tiende hacia la globalización, es importante que no olvidemos que cada región es única y que puede haber una enorme variación en las condiciones climáticas locales, las prácticas agrícolas y las preferencias de los consumidores. Un equipo de desarrollo de software que incluya programadores informáticos, genetistas de plantas y científicos de datos que, en conjunto, representen una variedad de habilidades técnicas, perspectivas culturales y experiencias vividas es fundamental para desarrollar variedades resilientes y adaptables.
Creo firmemente que la diversidad es clave para el éxito tanto de nuestra empresa como de nuestra industria. Nos ayuda a brindar un mejor servicio a nuestros clientes donde sea que se encuentren en el mundo y tiene el poder de garantizar que el futuro de la agricultura sea brillante.