Brasil se encamina a lograr una de sus cosechas de maíz más sustanciales de la historia para la temporada 2024/25, impulsada por condiciones climáticas favorables y el aumento de la superficie sembrada.
La Compañía Nacional de Abastecimiento (CONAB) proyecta una producción total de maíz de aproximadamente 124,7 millones de toneladas métricas, lo que representa un aumento del 8,5 % con respecto al año anterior. Esto incluye una estimación de 98 millones de toneladas para la cosecha de segunda temporada, conocida como “safrinha”, que representa casi el 80 % de la producción total de maíz de Brasil.
El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) ofrece un pronóstico ligeramente superior, estimando la producción de maíz de Brasil para 2024/25 en 126 millones de toneladas métricas. Esta proyección se basa en una superficie sembrada ampliada a 22,3 millones de hectáreas, un 4 % más que el año pasado. Las lluvias tempranas han beneficiado significativamente el desarrollo de los cultivos, especialmente en regiones productoras clave como Mato Grosso. Los informes indican que zonas como Sinop han recibido hasta 2500 milímetros (aproximadamente 100 pulgadas) de lluvia, lo que ha contribuido a rendimientos robustos.
A pesar de la buena cosecha, las reservas de maíz en Brasil siguen siendo limitadas. La CONAB informa que las reservas de maíz se encuentran en mínimos históricos, alrededor de 2 millones de toneladas para la temporada 2023/24, con expectativas de recuperación a 5,5 millones de toneladas para enero. En contraste, el USDA estima las reservas a finales de febrero en 7,5 millones de toneladas, pronosticando una disminución a menos de 3 millones de toneladas para la temporada 2024/25.
Es probable que estas reservas, sumadas a la fuerte demanda nacional e internacional, mantengan elevados los precios del maíz, lo que influirá en los mercados globales y podría afectar la competitividad de las exportaciones estadounidenses. De cara al futuro, el USDA prevé que la producción de maíz de Brasil en 2025/26 alcance los 130 millones de toneladas métricas, impulsada por el aumento de las áreas de siembra y una demanda sostenida. Esta tendencia al alza subraya la creciente influencia de Brasil en el mercado mundial del maíz.